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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Ramón Llull: La Combinatoria y la Existencia de Dios.

Ramón Llul
 

Ramón Llull (Palma de Mallorca, 1232, Mar Mediterraneo, 1316) conocido en su tiempo por los apodos de Doctor Inspiratus (Doctor Inspirado), Doctor Illuminatus (Doctor Iluminado) o Arabicus Christianus (árabe cristiano), Llull fue una de las figuras más avanzadas de los campos espiritual,  teológico y literario de la Edad Media.  

 Llull  desarrolló una interesante teoría. Dijo que la verdad podría ser automatizada. Mediante una fórmula, podía demostrar la existencia de Dios. No solo eso, sino todas las verdades.

Desarrolló un esquema partiendo de unas pocas verdades o «axiomas» básicos sobre los que todos podían estar de acuerdo. Y, combinándolos en diferentes permutaciones, creyó que podía derivar todas las demás afirmaciones verdaderas. Su plan para convertir a infieles al cristianismo era presentarles una lógica que no pudieran refutar.

Incluso para los estándares medievales, Llull era un verdadero todoterreno. Estudió las ciencias de su época: aritmética y geometría, astronomía y medicina. Compuso poesía caballeresca en la tradición trovadora del sur de Europa. Escribió algunas de las primeras novelas europeas ambientadas en su propio tiempo. Y fue, además, teólogo.

Por su propia admisión, Llull fue todo menos devoto en su juventud. Según dijo, había sido «licencioso y mundano».

Estatua en la Universidad de Barcelona. 

Nacido en una familia rica y posiblemente noble, pasaba sus días cortejando a las mujeres con canciones de amor y poemas. Pero un día, a sus 30 años, mientras estaba haciendo exactamente eso, tuvo una serie de cinco visiones de Cristo en la cruz.  La profunda impresión que le causaron estas visiones lo llevó a vender sus propiedades y patrimonio para adelantar la herencia de su mujer e hijos,  pues se dio cuenta de que Dios lo estaba llamando a su servicio, y se propuso convertir a los sarracenos al cristianismo.

Su etapa de nueve años de formación teológica y moral duró hasta 1275: en la Ciudad de Mallorca   conoció y compró un esclavo musulmán de quien se sirvió como maestro para aprender el árabe. Luego se retiró a una cueva en el Monte de Randa (Mallorca) donde se entregó a la meditación  y la contemplación, y por último entró al monasterio cisterciense de La Real donde los monjes le enseñaron latín, gramática y filosofía tanto islámica como católica. 

Ramon Llull es reconocido como autor de «Ars Magna», un sistema lógico combinado para descubrir la verdad, concebido como un instrumento para ser utilizado en el diálogo interreligioso para convertir infieles. Simplemente lo llamó el «Gran Arte». Se conoció como el Arte Lluliano.

Llull pensó que tenía que ser convincente. Necesitaba mostrar cómo la fe cristiana y sus «misterios», como la doctrina de la Trinidad, formaban un conjunto básico de verdades. A partir de éstas, todo lo que vemos y experimentamos, todo el conocimiento humano podía ser explicado.

Algo así como una teoría medieval de todo. No es algo fácil de describir. En parte porque hoy parece una idea un tanto extraña. Para Martin Gardner, el gran escritor de las matemáticas, Llull gira ruedas mágicas para invocar fórmulas vacías disfrazadas de verdades profundas.

Lo que realmente estaba haciendo el profeta de la informática era parecido a lo que el antiguo matemático griego Euclides hizo para probar teoremas matemáticos. Partía de un conjunto de axiomas básicos, usando la lógica y el cálculo, un enfoque que los matemáticos todavía usan hoy en día.

Solo que los axiomas de Llull no eran cosas como «dos líneas paralelas nunca se cruzarán». Sino: «Dios es uno» y «Dios es eterno». Éstos, razonó, eran principios en los que cristianos, musulmanes y judíos estarían de acuerdo.

El arte lluliano consistía en usar diagramas y manipulaciones mecánicas. Incluidas ruedas giratorias concéntricas, para combinar estos axiomas de manera que se transformaran en declaraciones más complejas sobre el mundo. No solo el espiritual sino también el material que estudiaban los filósofos naturales. Y representaba los axiomas de una manera que nadie lo había hecho antes. Con una notación simbólica en la que a cada uno se le asignaba una letra, formando una especie de alfabeto del pensamiento humano.

El Arte era una especie de «ciencia de todas las ciencias». Una clave para la forma en que todo el conocimiento estaba racionalmente ordenado. Y sea cual fuera tu fe, no serías más capaz de refutar esas verdades lógicas de la misma manera que no podías refutar la geometría de Euclides, creía Llull.

Era un enfoque sin confrontación: no se trataba de «mi libro sagrado contra el tuyo». Sino de razón clara y fría.

Sin embargo, hoy en día Ramon Llull no es aclamado como un profeta de la fe cristiana. Sino como el profeta de una rama de las matemáticas y la informática llamada Combinatoria.

 

Imagen de un libro de Llull

Después de la Peste Negra del siglo XIV y luego del Renacimiento, los logros intelectuales de la Edad Media tendieron a eclipsarse. Pero Ramon Llull, encontró algunos entusiastas partidarios del racionalismo de la Revolución Científica. En particular, el matemático   y filósofo alemán Gottfried Leibniz, quien se inspiró en la idea de Llull de crear un alfabeto simbólico del pensamiento humano que pudiera combinarse de acuerdo con reglas lógicas para generar teoremas y proposiciones más complejos a partir de los más simples.

Explicó este concepto en un libro de 1666 llamado Disertación sobre el arte de las combinaciones. El interés de Leibniz en esa mecanización del conocimiento como una aritmética de combinaciones también lo llevó a inventar uno de los primeros dispositivos de cálculo mecánico: un precursor de las máquinas de cálculo que finalmente condujeron a la computadora.

El Arte de Llull es, de hecho, lo que los informáticos hoy en día llaman un sistema generativo: un tipo de lenguaje en el que los elementos básicos se combinan según las reglas para hacer declaraciones complejas.

Y al usar un código simbólico para representar esos elementos, a lo que más se parece su sistema es a un lenguaje informático moderno, donde se combinan instrucciones y operaciones simples para realizar cálculos complicados. La codificación por ordenador es apenas un aspecto de este «arte de combinaciones», esa rama de las matemáticas llamada Combinatoria.

La Combinatoria ha sido llamada  el arte de organizar los objetos de acuerdo con reglas específicas. Es realmente una forma de hacer dos preguntas engañosamente simples: ¿ cuántos hay y cómo podemos organizarlos? Preguntas como esta surgen en todo tipo de ciencias: Si los objetos son, por ejemplo, átomos, el arte de la combinatoria te permite descubrir qué tipos de moléculas y sustancias son posibles en el mundo. Si son los invitados a tu boda, la combinatoria te indicará cómo organizarlos en las mesas para la cena. Es más: muchos juegos son ejercicios de combinatoria, desde el ajedrez y el sudoku.

Lull fue el profeta medieval de una rama de las matemáticas, Combinatoria, tan amplia que nadie sabe dónde comienza ni dónde termina.

PARA LOS MÁS CURIOSOS

En 1316 murió a la edad de 83 o 84 años cuando volvía de Túnez, lugar al que había ido con el propósito de debatir con los musulmanes. Según la leyenda murió en el barco que lo devolvía a Mallorca; cuentan que falleció justo frente a las costas de la isla debido a las graves heridas producidas por una lapidación  que estuvo a punto de sufrir en la ciudad africana, donde fue a predicar. Su tumba está en la basílica de Sant Francesc (Palma). 

Como curiosidad, se destaca que su nombre aparece en la novela Harry Potter y la piedra filosofal (pp. 91, Ed. Salamandra) en la que se le cataloga, junto a otras figuras del pasado como el rey Salomón o Circe, de ser un mago. El dato es invención del traductor, ya que no aparece en el texto original de J.K. Rowling.

Otra referencia literaria a Ramon Llull aparece en Los pasos perdidos de Alejo Carpentier. En dicha novela, el doctor Montsalvaje -también llamado El Señor de los Venenos o el Herborizador- se declara su descendiente directo.

En su novela La Isla del Segundo Rostro, el escritor alemán Albert Vigoleis Thellen, menciona a Raimundo Lulio a quien califica de "··· el mejor de sus hijos [de Mallorca],  gran poeta, místico, filósofo y mártir de su propio arte, el lulismo" (tomado de la traducción de Julio Vivas para Anagrama, 1993).

Ramón Llull, biografía y obras en los siguiente enlaces:

Ramon Llull - Wikipedia, la enciclopedia libre

Biografia de Ramon Llull

 

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