¿Podríamos hablar sin la geometría? Se nos cuela por todas las costuras del idioma, sin casi darnos cuentas…
Esta frase es de Lázaro Carreter, el que fuera director de la Real Academia Española y gran defensor de la lengua como un instrumento vivo, lejos de quedar fosilizada en los diccionarios. Como él mismo afirma: Escribo contra el uso ignorante de nuestro idioma. Dos de sus más conocidos libros son: El dardo en la palabra y El nuevo dardo en la palabra. En este último encontramos un capítulo titulado El espíritu de la Geometría, en que reflexiona sobre el uso de palabras geométricas en el lenguaje cotidiano. Los párrafos que viene a continuación son extraídos de dicho libro pues nadie como él puede expresarlo mejor.
Apenas a los chicos vascos o equivalentes les da por travesear algo, salen con eso de que va en aumento la espiral de la violencia. Nunca es una recta pujante o un zigzag que, a sacudidas, trepa como la fiebre de un colérico : es una espiral, sin excepción inimaginable. Se trata de una metáfora perfectamente válida, idiomáticamente bella, esta de la violencia vista como un tornado que se empina vertiginoso hasta arriba girando alrededor de un punto…Bastaría decir que aumenta o crece la violencia, pero ese aumento, dicho así, parece sin alma, y, sobre todo, es ajeno al dialecto que muchos comunicadores emplean para dirigirse al público.
… La aportación de tropos geométricos al caudal de las lenguas ha sido desde siempre muy considerable: la nuestra es el lenguaje del amor, cuenta, por ejemplo con el triángulo… los narradores eróticos de principios de este siglo … llamaban horizontales a las damas de cama fácil. Hay gente que todo lo ven bajo un prisma; Galdós los llamaba prismáticos….
Nuestros indefectibles amigos los cronistas del deporte han lanzado no hace mucho otro en verdad útil: cuando, por ejemplo, un chavea de quince años muestra habilidad sobresaliente con el esférico en sus pies, se asegura de que él tiene una inmensa proyección. No es que su sombra se alargue por el campo, sino que lleva un carrerón: podrá integrarse pronto en esos conjuntos de millonarios que, miércoles tras sábados y domingos, cambian el pantalón largo por el corto, y encienden pasiones por los estadios. Sus bardos- son muchos- prefieren proyección a futuro o porvenir porque, claro es, tal nombre está más cerca del inglés projection.