Ya
lo dice el refranero No hay dos
sin tres. El número
tres es uno de los primeros números naturales, después del uno y el dos. Múltiples
referencias y curiosidades podemos contar de dicho número, en esta entrada
vamos a desglosar algunas que consideramos interesantes para nuestra labor de
profesores.
Para los
pitagóricos cada uno de los números tenía un significado especial. El número
tres, la tríada, nace como la suma de la unidad y la pareja, 1 + 2
= 3, es decir, combina la mónada con la díada. Es
símbolo de armonía universal, puesto que combina la unidad con la diversidad.
Además, es un número sagrado, en el sentido de que es el primero que tiene
principio, medio y fin. Por otra parte, para la escuela de Pitágoras el número tres
era el símbolo del principio masculino –por extensión, los números impares–,
mientras que el número dos era el símbolo del principio femenino –y, por
extensión, los números pares–, y juntos formaban el símbolo del matrimonio, 2 +
3 = 5.
Aunque nos parezca un número muy pequeño existieron “pueblos primitivos”
que solamente contaban “uno, dos, muchos”. Para algunos pueblos el “tres” se
relacionara con “muchos” y quedaba conectado al plural. Así, en los jeroglíficos egipcios, se utilizaba la
repetición tres veces para pluralizar. El pictograma de “agua” eran tres para indicar
muchas olas, el de “pelo” eran tres pelos individuales para indicar muchos pelos, el de
“inundación” como un cielo con tres (muchas) jarras de agua o “llorar” un ojo
con tres líneas para indicar muchas lágrimas.
En
la Biblia las veces que aparece este número (que son pocas) tiene gran
importancia: marca la divinidad: Padre, Hijo y Espíritu santo. El número 3 se usa también para representar
intensidad, énfasis o más fuerza.
Eclesiastés
4:12 Una cuerda triple no puede ser
rota en dos pronto.
En las bendición sacerdotal el nombre de Jehová aparece 3 veces. Números 6:23-26 y en la bendición apostólica, el apóstol pide a las 3 personas de la trinidad que dispensen 3 bendiciones: gracia, amor y comunión.
Corintios 13:14
La gracia del
Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con
todos vosotros. Amén.
La pregunta que por tres veces Jesús formuló a Pedro, después que este le negó tres veces, denotaba intensidad o énfasis.
Mateo 26:34
Jesús le dijo: --De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
Juan 21:15-17
Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: -
-Simón, hijo de
Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: --Sí, Señor; tú sabes que te
quiero. Él le dijo: --Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez:
--Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: --Sí, Señor; tú sabes que
te quiero. Le dijo: --Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: --Simón,
hijo de Jonás, ¿me quieres? Pedro se entristeció de que le dijera por tercera vez:
«¿Me quieres?», y le respondió: --Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te
quiero. Jesús le dijo: --Apacienta mis ovejas.
La santidad y limpieza perfectas del Señor se recalcan con el carácter enfático de la declaración de las criaturas celestiales, que dicen: Santo, santo, santo es Jehová. Esta triple repetición tiene la fuerza de un superlativo.
Isaías 6:3
Y el uno al otro
daba voces diciendo: «¡Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos! ¡Toda la
tierra está llena de su gloria!» E
igualmente aparece en Apocalipsis 4:8
Acabamos
con Apocalipsis 8:13 donde la
intensidad de los ayes que les sobrevienen a los habitantes de la Tierra
también se representa mediante la repetición triple de la interjección
"ay" y de la fatalidad de los toques de trompeta que tocarán tres
ángeles.
Miré, y oí un
ángel que volaba en medio del cielo y decía a gran voz: «¡Ay, ay, ay de los que
habitan en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para
tocar los tres ángeles!»
PARA LOS MÁS CURIOSOS
En este
enlace tenemos más curiosidades del Número tres.
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