Hace unos días, entre la locura desatada en Ucrania, nos golpeó el corazón la muerte en un bombardeo, de Yuliia Zdanovska, una joven matemática ucraniana que participó en las Olimpiadas Matemáticas Europeas para Chicas en 2016 y 2017 de forma brillante. Esto nos hace recordar como otras guerras han impactado en nuestra comunidad matemática y como recomponerla ha sido una difícil tarea.
La comunidad matemática internacional tiene una larga
historia; desde finales del siglo XIX se comenzaron a crear las bases de la
misma con el Congreso Internacional de Matemáticos (ICM) de Zürich en 1907. Desgraciadamente,
la Primera Guerra Mundial interrumpe el proceso, y hay que esperar a 1920, en
el ICM de Estrasburgo, a su creación donde el principal
objetivo era … establecer relaciones personales entre investigadores que
cultivan la misma ciencia o ciencias vecinas. .. que no tienen otra
preocupación que el culto desinteresado a la verdad (Émile
Picard, Secretario Perpetuo de la Academia Francesa, discurso de bienvenida)
Y Hilbert dijo: “Me hace muy feliz que, después de
un largo y duro tiempo, todos los matemáticos del mundo estén representados
aquí. Así es como debería ser y como debe ser para la prosperidad de nuestra
querida ciencia. Consideremos que nosotros, como matemáticos, estamos en la cima
más alta del cultivo de las ciencias exactas. No tenemos otra opción que asumir
este lugar más alto, porque todos los límites, especialmente los nacionales,
son contrarios a la naturaleza de las matemáticas. Construir diferencias en
función de los pueblos y las razas es un completo malentendido de nuestra
ciencia, y las razones por las que se ha hecho esto son muy
ruines. Las matemáticas no conocen razas… Para las matemáticas, todo el mundo
cultural es un solo país.”
Ahora estamos en un momento tan difícil como aquel, y
aunque la guerra se desarrolla en Ucrania, la realidad es que se está
batallando, de una u otra manera, en el mundo entero. De hecho el Congreso Internacional de Matemáticos (ICM)
que se iba a celebrar en San Peterburgo en Julio y presencialmente, va a
ser virtual, en respuesta condenatoria a la invasión rusa de Ucrania. Habrá
otra vez que recomponer los lazos cuando esta barbarie termine.
Acabamos con la descripción que la Olimpiada Matemática
Europea para chicas hace de Yulia:
“Un ser humano increíblemente brillante, apasionado y
amable. Yuliia amaba a los niños y las matemáticas. Como ganadora de varios
concursos de matemáticas e informática, pudo elegir la carrera que quisiera.
Decidió seguir su sueño de enseñar a los niños y revolucionar la educación. Iba
a enseñar a los niños de las ciudades y pueblos pequeños, que no tenían el
privilegio de recibir una educación de alta calidad. Cuando empezó la guerra,
Yuliia decidió quedarse en Kharkiv y ayudar, porque era su ciudad natal. Dijo:
“Me quedaré en Kharkiv hasta que ganemos”.
¿Cuántas Yuliia que no conocemos
habrán sufrido también la crueldad de la guerra?
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