Es bien sabido que en
Egipto las construcciones más conocidas son las pirámides pero hay también
otras construcciones, más asociadas con la economía y la vida ordinaria, es
decir, con la calidad de vida de los egipcios, que son los nilómetros de los
que poco se habla.
En el corazón del
Antiguo Egipto, donde el río Nilo dictaba el ritmo de la vida, surgió el nilómetro.
Más que un simple medidor de aguas, este dispositivo era la clave para
descifrar el caprichoso comportamiento del río y convertir sus crecidas en una
fuente de abundancia.
El Antiguo Egipto fue
una civilización fascinante que prosperó gracias a su ubicación privilegiada a
lo largo del río Nilo. Este río no solo fue la fuente principal de agua para la
agricultura, sino también el eje en torno al cual se organizaba toda la vida
social, política y económica del país. El nilómetro
fue esencial para la supervivencia y prosperidad del Antiguo Egipto, ya que la
agricultura dependía completamente del comportamiento del Nilo. Las
inundaciones anuales del río, conocidas como la crecida del Nilo, eran un
fenómeno natural que, si se manejaba correctamente, garantizaba una cosecha
abundante, y con ello, la estabilidad del reino. El nilómetro permitía medir el
nivel de las aguas y predecir si las inundaciones serían demasiado bajas o
demasiado altas, lo que podía resultar en una mala cosecha o incluso en
desastres naturales que afectaran a la población.
Plinio (escritor
romano) decía que: Cuando el agua se alza
hasta solamente doce cúbitos, experimenta los horrores del hambre; cuando logra
trece, el hambre sigue acechando; una subida de catorce cúbitos sólo provoca tristeza;
una subida de quince cubitos permite alivianar los temores; mientras que un
aumento de dieciséis trae como resultado felicidad sin límites.
El diseño de los nilómetros variaba, pero todos compartían el mismo propósito: medir con precisión los niveles del agua. Algunos nilómetros consistían en columnas graduadas, donde las marcas indicaban los diferentes niveles del agua a lo largo del año. Otros se construían como escaleras de piedra, que bajaban hasta el lecho del río, permitiendo que se observaran las fluctuaciones del nivel del agua directamente. También existían nilómetros en forma de pozos conectados al Nilo mediante canales subterráneos, que permitían realizar mediciones precisas sin estar en contacto directo con el río. Solo se han encontrado unas dos docenas de nilómetros hasta ahora.
Nilómetro en el templo de Kom Ombo
Los sacerdotes egipcios
y otros funcionarios especializados tenían la responsabilidad de interpretar
las mediciones del nilómetro. Estos datos eran cruciales no solo para la
predicción de las inundaciones, sino también para la planificación de la
siembra y la distribución de recursos como el agua. Si el nivel del Nilo era
demasiado bajo, el resultado podía ser una sequía que pondría en peligro las
cosechas y, por ende, la estabilidad económica y social del país. Por otro
lado, si el nivel del Nilo era demasiado alto, las inundaciones podían ser
devastadoras, destruyendo cultivos y asentamientos. Se consideraba que el nivel
óptimo del agua durante las crecidas era de unos 7 codos, aproximadamente 3
metros.
Los nilómetros no solo fueron dispositivos funcionales, sino que también adquirieron un significado simbólico en la cultura egipcia. El control sobre el agua, y en consecuencia sobre la fertilidad de la tierra, estaba íntimamente ligado a las creencias religiosas de los antiguos egipcios. El Nilo era considerado un regalo de los dioses, y la capacidad de prever su comportamiento era vista como una señal de favor divino. Este aspecto espiritual del nilómetro se refleja en su ubicación: muchos de ellos se construyeron en templos dedicados a deidades del agua y la fertilidad, como en el caso del templo de Kom Ombo o en Elefantina, donde los sacerdotes los utilizaban como herramientas tanto de medición como de ritual.
Nilómetro en Elefantina, podemos ver las marcas para medir el nivel del agua, semejante a las que hay actualmente en algunos puentes.
El Nilómetro en la isla
Elefantina, en Asuán, se utilizó desde la
Era Faraónica para medir el nivel del agua del Nilo, hasta el siglo XIX, lo que
permitió determinar los impuestos que los agricultores debían pagar y tomar
medidas en caso de inundaciones altas o bajas. Así pues, el nilómetro no era
solo una herramienta técnica, sino que también cumplía una función política y
económica. Los registros de las mediciones del Nilo permitían al gobierno
controlar el pago de impuestos basados en las cosechas previstas. Si el nivel
del Nilo prometía una cosecha abundante, los impuestos sobre la producción
agrícola podían ajustarse en consecuencia. Esto permitía una planificación
económica más eficaz y ayudaba a garantizar la estabilidad financiera del
estado. La construcción de las presas de Asuán puso fin a la inundación anual
del Nilo, dejando obsoletas estas antiguas estructuras.
La importancia del nilómetro en el Antiguo Egipto es un
testimonio de la capacidad humana para adaptarse a su entorno y utilizar el
conocimiento para moldear el futuro.
PARA LOS MÁS CURIOSOS
En los siguientes enlaces tenemos más información
sobre los nilómetros y uno importante como es el Nilómetro de Rodas construido después de la conquista
árabe.
Nilómetro de Rodas.
Para los
interesados en la Medida recomendamos nuestro manual Didáctica de la medida de
descarga gratis.
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